La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe que evalúa el estado actual del parque inmobiliario europeo y analiza lo que se necesita para que los edificios sean más sostenibles. La rehabilitación de los edificios existentes con materiales sostenibles, al tiempo que se mejora la resiliencia climática y se trabaja con la naturaleza, son fundamentales. El documento también explora qué medidas políticas son necesarias para lograrlo de aquí a 2050.
El informe ‘Abordar la huella ambiental y climática de los edificios’ tiene como objetivo respaldar las políticas futuras para afrontar la mitigación del cambio climático, la ganancia de biodiversidad y una mayor circularidad de los edificios mediante un enfoque integrado de los impactos ambientales, sociales y económicos del sistema de construcción europeo.
Estado actual del parque inmobiliario de la UE
En la actualidad, el sector de la construcción es responsable de más del 35% de la generación total de residuos de la Unión Europea, del 50% de todas las materias primas consumidas anualmente y del 5 al 12% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI).
Por otro lado, la industria de la construcción de la UE utiliza cada año 1.800 millones de toneladas de materiales. Esto equivale aproximadamente a un tercio de todas las materias primas de la UE. Además, el uso de edificios representa el 42% del consumo total de energía. Al mismo tiempo, también representa un sector industrial clave para la economía; tiene un volumen de negocio anual de más de 2,2 billones de euros e implica a más de 5 millones de empresas que generan empleo para unos 24,9 millones de personas.
En general, el sistema de edificación representa alrededor del 9,4% del producto interior bruto (PIB) de la UE-27 (2018-2020). Los elementos más importantes son la etapa de construcción y la etapa de extracción de materias primas, transporte y fabricación; en conjunto, representan dos tercios del valor económico total creado.
Por lo tanto, el sistema de edificios de la UE es responsable de una gran parte de una amplia gama de impactos ambientales, al tiempo que representa un pilar socioeconómico significativo de la sociedad. En consecuencia, existe un gran potencial para que los edificios contribuyan significativamente a abordar los problemas ambientales.
Beneficios de la rehabilitación de edificios existentes
Para que el parque inmobiliario europeo sea sostenible se debe dar prioridad a la rehabilitación de los edificios existentes y al uso de productos de construcción con un bajo impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida. Los edificios deben consumir menos energía, ser resistentes al cambio climático y apoyar la biodiversidad, por ejemplo, incorporando espacios verdes y vegetación en el diseño de los edificios.
Las rehabilitaciones profundas de edificios residenciales generan entornos más saludables para los propietarios de los edificios, sus ocupantes y la sociedad, a la vez que generan grandes ahorros de energía y facturas más bajas. Por cada millón de euros invertido se crean una media de 18 puestos de trabajo locales y duraderos en la UE, lo que supone un importante impulso a la economía.
Asimismo, se ha demostrado que las rehabilitaciones energéticamente eficientes de edificios de oficinas mejoran la productividad en aproximadamente un 12%. Este aumento de la productividad equivale a un beneficio económico potencial de unos 500.000 millones de euros anuales, según señala el informe Renovate Europe, 2020.
Un estudio ha demostrado que la suma de los beneficios directos e indirectos de la rehabilitación energética genera un beneficio anual para la sociedad de 104.000 a 175.000 millones de euros, considerando una factura energética media más baja de 52.000 millones de euros y una reducción del gasto en subvenciones a la producción de energía. Los beneficios para la salud derivados de un mejor clima interior por sí solos pueden suponer un ahorro de hasta 42.000 a 88.000 millones de euros al año, según señala el informe Copenhagen Economics, 2012.
Productos de construcción con un bajo impacto ambiental
La rehabilitación energética del parque inmobiliario de la UE es un componente crucial para reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía. Una rehabilitación energética eficaz es el enfoque más importante para reducir sustancialmente las emisiones directas e indirectas en el sector de la construcción, al tiempo que se reducen los gastos de energía de los hogares, las empresas y las administraciones.
Este tipo de acciones de rehabilitación aumenta las necesidades de material, especialmente de productos aislantes, seguidos de cerámica, madera y hormigón. Los residuos no energéticos suelen ser de cerámica, procedente de la sustitución de productos de construcción en baños y cocinas. La rehabilitación incluye la instalación de productos aislantes, la sustitución de ventanas, la sustitución o instalación de sistemas de distribución de calor/electricidad y sistemas de generación de calor/electricidad. En general, durante la rehabilitación energética se añaden más materiales (principalmente vidrio y algunos aislantes).
Se debe prestar especial atención a los escenarios de rehabilitación (por ejemplo, rehabilitaciones funcionales, estructurales, de eficiencia energética, estéticas o de revisión completa) para evitar impactos ambientales negativos a lo largo del ciclo de vida de un edificio. Esto se debe al hecho de que un mayor aislamiento en las rehabilitaciones energéticas puede aumentar la huella de carbono de los productos de aislamiento, según señala el informe Goldstein et al., 2013.
Se espera que los productos de aislamiento de base biológica tengan una huella de carbono menor que los de base mineral, pero pueden tener mayores impactos en áreas como el uso de la tierra y el agua, lo que resalta la importancia de los enfoques holísticos de ciclo de vida completo para el sistema de edificios, según señala el informe Horup et al., 2022.
Políticas clave de la UE relacionadas con los edificios
El informe describe algunas de las políticas clave actuales que afectan directa o indirectamente a la evolución del sector de la construcción de la UE. En concreto, analiza la legislación ambiental a nivel de la UE para identificar principios y ambiciones clave para el sistema de edificios hasta 2050.
De estas políticas se desprenden varios temas, como la energía y la neutralidad climática (Fit for 55, la Directiva sobre fiscalidad de la energía, la Directiva sobre rendimiento energético en los edificios, la Directiva sobre eficiencia energética y la Directiva sobre energías renovables); la circularidad (el Plan de acción para la economía circular, el Reglamento sobre diseño ecológico para productos sostenibles y el Reglamento sobre productos de construcción); la digitalización (la nueva estrategia industrial); la regeneración de la naturaleza (la Estrategia de Biodiversidad de la UE) y una transición socialmente justa (la Nueva Bauhaus Europea y el Mecanismo de Transición Justa).
Los edificios están vinculados a varias políticas clave de la Unión Europea, incluidas las de clima y energía, economía circular, digitalización, naturaleza y transición justa, aunque no existe una estrategia amplia de la UE sobre edificios que abarque todas. Una estrategia política unificada sobre los edificios, que abarque todas las etapas del ciclo de vida e integre cuestiones medioambientales y climáticas, ayudaría a identificar sinergias y evitar compensaciones.
El informe concluye que se espera que la Comisión Europea se centre cada vez más en la vivienda con el anuncio de un Comisario específico para la Vivienda, un Plan Europeo de Vivienda Asequible y una Estrategia Europea para la Construcción de Viviendas que incluirá la mejora del rendimiento ambiental de la construcción.
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